Animismo
Hay objetos que parecen tener alma, que nos atraen irracionalmente. Si además tienen la virtud de haber sobrevivido al tiempo su valor se incrementa pasando de ser objetos cotidianos a piezas de colección.
Las litofanías son un claro ejemplo. Se trata de una antigua técnica china que fue popularizada y perfeccionada en Europa en el siglo XVIII. Consiste en la proyección de la luz de una vela o luz solar a través de una lámina semitransparente en la que se ha modelado un volumen. El cambio de grosor hace que al trasluz varíe la opacidad de cada parte de tal manera que las zonas más oscuras de la imagen original estén resueltas con mayor grosor de lámina y las mas claras con menor grosor. El resultado es que al pasar una luz a través de la lámina de litofanía vemos la imagen en claroscuro. Se utilizaban fundamentalmente como parte decorativa de lámparas, pero con la extensión del uso de la luz de gas en los hogares decimonónicos las litofanías empezaron a pasarse de moda, si bien nunca llegaron a desaparecer del todo. Aquellas piezas únicas creadas artesanalmente forman parte ahora de colecciones privadas o algún que otro museo especializado.
Esta instalación plantea una reflexión sobre las circunstancias que determinan por qué algunos objetos son considerados únicos e irrepetibles y ejercen tal atracción sobre las personas, que los han reconocido desde los orígenes de la humanidad como amuletos, talismanes, fetiches o el centro de valiosas colecciones. Es al mismo tiempo una reflexión sobre los valores que adquiere el objeto cuando intervine el artista con su visión animista y lo convierte en el centro de inspiración de su obra.
Portraits
Serie de nueve fotografías 25 x25 cm.
Impresión comógena en papel Fiji Cristal archive dp II lustre.
Tazas de té japonesas iluminadas en su parte posterior con velas mostrando en el fondo la imagen en litofanía de la porcelana.
A principios del Siglo XX las alfarerías japonesas empezaron a producir juegos de té del tipo Dragonware con imágenes de geishas en el fondo que se hicieron muy populares tras la Segunda Guerra Mundial y durante la era de la ocupación de Japón. La producción disminuyó en la década de los 50 pero en España era frecuente encontrarlos en los hogares de clase media durante los años 70 y 80.
Poco se sabe del proceso de diseño de las imágenes de rostros orientales creadas para las tazas. Se trata de modelos fijos o prototipos que se repiten, que pueden haber sido tomados del natural o haber salido directamente de la imaginación del artesano. Sin embargo, al observar cada rostro es inevitable pensar que se trata de mujeres reales, auténticos retratos.
WMF- G
Serie de dos fotografías 44x54 cm.
Impresión comógena en papel algodón, 310g.
Calentador de té estilo Jugendstil con cuatro placas de litofanía WMF,G (Württembergische Metallwarenfabrik, Geislingen an der Steige), Alemania. Las marcas de la pieza la datan entre 1910 y 1918. Iluminación interior con vela.
El uso de la litofanía se adaptó también a objetos más sofisticados como los tea warmers (calentadores de té). Consistían en un cubo de cuatro lados con incrustación de placas de litofanía y una abertura en la parte inferior para colocar una vela con la que se iluminaban las imágenes y a la vez se calentaba una pequeña tetera situada en la parte superior. Se trataba de piezas caras y poco accesibles debido a su dificultad técnica y fragilidad. Hoy en día son objetos escasos muy buscados por los coleccionistas.
La pieza que protagoniza esta instalación es un modelo en plata de estilo modernista creada en la prestigiosa fábrica de metal Württembergisch Metallwarenfabrik, que se encuentra en la pequeña población de Geislingen an der Steige, Alemania. Las imágenes representadas responden a los gustos de la época con paisajes y escenas situadas en la naturaleza.
Las fotografías de esta serie muestran una abstracción del paisaje representado en las escenas de caza originales.
PPM- 528
Serie de cuatro fotografías 35x40 cm y una de 41x51 cm.
Fotografía y transfer handmade sobre papel acuarela Saunders Waterford, 350 g. Coloración con pigmentos minerales.
Placa de litofanía PPM-528 (Prensaich Porzellan Manufactur), Plaue, Alemania 1840. Parte de una lámpara del siglo XIX. Iluminación interior con vela.
La litofanía está muy unida a otras disciplinas como el relieve, la pintura, el grabado y la fotografía. De hecho, forman parte de su evolución como técnica artesanal. El modelado en cera que luego se pasaba a porcelana como material definitivo tomaba como modelo escenas costumbristas de imágenes pictóricas y grabados originales de la época. Por ello era frecuente encontrar reproducciones de obras de autores famosos del XVIII y XIX.
Parecía inevitable que el invento de la fotografía facilitara el proceso artesanal, pero ésto no sucederá hasta 1855 de la mano de Samuel Colt, el inventor del famoso revolver, cuando se le ocurrió crear su propia “tarjeta de visita” encargando 111 litofanías a partir de un retrato fotográfico suyo realizado por P. Graff.
En esta obra se mantiene el espíritu multidisciplinar que siempre ha tenido la litofanía, utilizando como soporte un método artesanal de transferencia a partir de fotografías en detalle de una placa de 1840 de la fábrica PPM (Prensaich Porzellan Manufaktur) de Plaue, Alemania. La aplicación de pigmentos es un guiño a su posible modelo pictórico original.
BQW- 3D
Una fotografía 34x39 cm.
Impresión digital en papel algodón, 310 g.
Placa de litofanía BQW- 3D (impresora BQ Witbox en 3D). Iluminación interior con vela.
Las nuevas tecnologías están recuperando la técnica de la litofanía con la impresión 3D. A día de hoy es posible adquirir todo tipo de souvenirs con litofanía a partir de una fotografía en forma de llaveros, lámparas, recuerdos familiares y otros objetos similares. Incluso es posible hacerlo uno mismo si se cuenta con una de estas impresoras, que cada vez están siendo más accesibles.
Han cambiado los materiales, la tecnología y el proceso artesanal, pero de alguna forma el origen cotidiano y utilitario del concepto está de vuelta.
Exhibiciones
CMAE Avilés.
10 julio – 15 agosto 2015.
Exhibida como parte de Process.
CMAE Avilés.
15 julio – 19 agosto 2016.
Exhibida como parte de Entropía.
CMAE Avilés.
3 marzo – 1 abril 2017.
Exhibida como parte de Activa.
Dos Ajolotes espacio de Arte, Oviedo.
29 mayo – 29 junio 2018.
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